El Correo Español-El Pueblo Vasco,
editado en Bilbao desde 1910, era uno de los diarios que formaban
parte de la prensa privada de la época. Para empezar, podemos
destacar que en aquel momento El Correo se publicaba en un formato de
dimensiones mayores que las que suelen utilizar en la actualidad la
mayoría de los periódicos, ya que se editaba concretamente en
formato sábana.
El diseño de las páginas del diario
poseía habitualmente de cuatro a seis columnas, en aras de conseguir
la composición y la organización de noticias que se creía
conveniente en cada momento.
Durante el período temporal que nos
atañe, debemos resaltar que este diario vendía espacios de
publicidad de forma regular y en líneas generales, dicha publicidad
tenía bastantes similitudes con la utilizada en nuestros días.
A continuación, vamos a proceder con
el análisis de la cobertura que ofreció El Correo sobre los cinco
últimos fusilados durante el franquismo, entre los que se encuentran
los ejecutados en Madrid: José Humberto Baena Alonso, Ramón García
Sanz y José Luis Sánchez-Bravo, todos ellos presuntos miembros del
Frente Revolucionario Anti-fascista Patriótico (FRAP); y Juan
Paredes “Txiki” y Ángel Otaegui, supuestos etarras que fueron
fusilados en Barcelona y Burgos, respectivamente.
La primera noticia que aporta El Correo
sobre el atraco a mano armada a la sucursal barcelonesa del Banco
Santander supuestamente perpetrado, entre otros, por el presunto
etarra Juan Paredes Manotas “Txiki” y que acabó saldándose con
la muerte de un cabo primero de la Policía Armada a fecha de 6 de
junio de 1975, apareció en un pequeño recuadro de la portada del
día 8 de junio de ese mismo año, donde se adelantaba que el
ministro de Información y Turismo impuso la medalla al Mérito
Policial sobre el féretro del policía fallecido. La información
completa se encontraría en la página 17 de la edición de ese día
del diario y se introdujo de la siguiente forma: “Los atracadores
del Banco de Santander en Barcelona podrían ser de origen africano”.
El día 15 de agosto de 1975, apareció
publicada en El Correo una noticia sobre la solicitud de pena de
muerte para cinco supuestos miembros del FRAP, como presuntos autores
de la muerte de un policía en Madrid el día 14 de julio de ese
mismo año, entre los que se encontraba José Humberto Baena Alonso,
que posteriormente pasó a formar parte de los últimos cinco
fusilados por el régimen franquista. La noticia, que se caracteriza
por su brevedad, aparece publicada a dos columnas en la esquina
superior derecha de una página par de la sección de Nacional.
Teniendo en cuenta su escasa extensión, podemos decir que lo más
sorprendente desde el punto de vista actual, lo constituye la
normalidad con la que se trata la pena de muerte, que estuvo tan
establecida durante el franquismo como ahora se antoja tan impensable
para la España de nuestros días. De cualquier forma, esto se hace
comprensible debido a que tal tratamiento se corresponde directamente
con el asentamiento de ese tipo de sentencia en aquella época. El
titular que se utiliza es el siguiente: “Se pide pena de muerte
para los cinco acusados de matar a un policía armada en Madrid”.
La noticia aparece acompañada en la misma página de otras tres
noticias relacionadas con el terrorismo, ocupando entre las cuatro la
totalidad de la página en cuestión, de lo que se puede inferir que
el diario le otorgaba bastante importancia a dicho tema en una época
en la que casi todos los días había algún nuevo detenido.
El día 17 de agosto de 1975, El Correo
ofrece la mitad de su portada para el avance de la información que
cubriría el suceso acontecido el día anterior, que no es otro que
la muerte de un teniente de la Guardia Civil en Madrid a manos de
presuntos miembros del FRAP, ya que según el diario, los agresores
“arrojaron octavillas del FRAP reivindicando el hecho”. Entre
estos miembros del FRAP se encontraban supuestamente Ramón García
Sanz y José Luis Sánchez-Bravo, hechos por los que posteriormente
fueron condenados a la pena de muerte y finalmente ejecutados. De
hecho, podría decirse que el diario quiso otorgarle a esta noticia
la consideración de noticia de portada y la tituló de la siguiente
manera: “Madrid: Un teniente de la Guardia Civil asesinado a
tiros”. El pequeño avance de la noticia que se introdujo en la
portada, se colocó a dos columnas.
El Correo publicó el día 29 de agosto
de 1975 una noticia sobre el consejo de guerra que se celebró el día
anterior en Burgos, en el que dos presuntos terroristas fueron
acusados de propiciar la muerte a un cabo primero de la Guardia
Civil, con fecha de 3 de abril de 1974, por parte del fiscal del
caso, que pidió la pena de muerte para Ángel Otaegui y para José
Antonio Garmendia (quien finalmente fue indultado). La noticia se
publicó a cuatro columnas en una página impar de la sección de
Nacional, concretamente en la página 11. El texto relata lo ocurrido
durante el día anterior en el consejo de guerra, basándose en la
narración de los hechos acaecidos en la sala y está dividido en las
siguientes partes: “Interrogatorio”, “prueba pericial”,
“testigos oculares”, “informe fiscal”, “la defensa” y
“visto para sentencia”; relacionadas con cada momento del
proceso. “El fiscal se ratificó en la petición de dos penas de
muerte en el consejo de guerra”, es el titular que encabeza la
información, que aparece acompañada en la misma página por una
pequeña reseña de unas quince líneas en las que se reflejan las
requisitorias contra varios presuntos terroristas, donde se menciona
a Juan Paredes “Txiki”, aparecidas en el Boletín Oficial del
Estado. Como curiosidad, podemos destacar que encima de un anuncio
que aparece en la página en cuestión, el diario introdujo un
pequeño recuadro que dice que“la publicidad impresa es la única
que se puede re-leer”, seguramente en relación a la competencia
que tenían los diarios con la radio y la televisión a la hora de
captar la publicidad de los anunciantes.
El día 30 de agosto de 1975, aparecía
publicada en El Correo una noticia sobre la resolución del tribunal
del consejo de guerra que se había producido en Burgos el día
anterior, por la que se condenaba a José Antonio Garmendia y a Ángel
Otaegui a la pena de muerte por ser los presuntos culpables de la
muerte de un cabo primero de la Guardia Civil en Azpeitia, con fecha
de 3 de abril de 1974. La noticia, que se publicó a tres columnas en
una página impar de la sección de Nacional, ocupa casi toda la
página, dejando entrever la importancia que se le daba al asunto.
Dicha noticia sólo está acompañada por un par de breves que se
refieren por una parte a un tiroteo y por otra, a unos atentados
contra el Consulado español y el Banco de Bilbao en Bayona. El
texto, que adquiere una forma similar a la de una sentencia ya que
está basado prácticamente en la propia sentencia del tribunal,
explica tras el primer párrafo que debe abrirse un procedimiento
judicial contra el cura de Lezo y recoge la forma en que se
produjeron los hechos según la propia sentencia, además de relatar
las intervenciones de los abogados defensores de los acusados y de
hacerse una breve mención final sobre la posibilidad de que estos
mismos presentaran alegaciones contra la sentencia. Asimismo, está
dividido en las siguientes partes: “El cura de Lezo”, “cinco
años en E.T.A.”, “orden de vigilancia”, “preparan la huida”,
“ejecución del plan”, “doce balazos”, “los defensores” y
“alegaciones”. La noticia va encabezada por el siguiente titular:
“Sentencia de muerte contra Garmendia y Otaegui”, y está
acompañada a cada lado por una foto de cada uno de los dos
condenados.
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